Había dolor en sus ojos
pero no lágrimas.
Sus labios no se movían
pero lo decían todo.
A pesar de sus oídos
ya no me escuchaba.
Todo lo que había sido
estaba ahí,
pero a la vez ya no estaba.
Su sombra sigue sus pasos...
Los pasos de un caminar
sin rumbo, hacia ningún lugar.
Sigue los pasos que conducen a todo
y a nada a la vez.
A la vez existe y a la vez desapareció.
Lo que yo veía ya se desvaneció
pero mis ojos siguen encontrándola.
El recuerdo de ojos
sin lágrimas.
El recuerdo de palabras
sin sonido.
El recuerdo de mi voz
siendo ignorada.
¿Qué me dejas quedarme de ti
ahora que no estás?
Un recuerdo
y nada más.
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