martes, 11 de septiembre de 2012

Érase una vez un huevo


Erase una vez un huevo, un huevo que vivía entre otros huevos.
Después de que sus hermanos se hubieran marchado se quedó solo, pues no quería abrirse. Prefería seguir allí dentro que salir al mundo de fuera.
Los días iban pasando pero él no cambiaba de opinión.
“Si puedo vivir confortablemente aquí, ¿para qué salir?”
Las estaciones se sucedían.
“Aquí dentro no siento frío, ni viento, ni calor; siempre estoy bien, ¿para qué salir?”
Continuaba pasando el tiempo.
“Los que están fuera conocen gente, pero por esa gente a veces están tristes. Yo aquí no estoy triste, nadie puede hacerme daño, ¿para qué salir?”
“Aquí no me aburro aunque esté solo, ¿para qué salir?”
“Dicen que si no sientes es que no estás vivo, pero yo estoy vivo a mi manera, ¿para qué salir?”
Seguía haciéndose estas preguntas, hasta que un día las preguntas cambiaron.
“Pero, ¿qué hay fuera?”
“¿Habrá alguien esperándome?”
“¿Cómo es lo que me rodea? ¿Hay cosas bonitas? ¿Hay cosas feas?”
“¿Sería feliz si conociera más gente como yo?”
Hasta que llegaron a un punto en el que…
“¿Vivir aquí solo metido realmente me hace feliz?”
“¿Realmente estoy viviendo?”
“¿Quién soy yo?”
“¿Cómo soy?”
“No lo sé.”
“No conozco nada del mundo.”
“Tampoco me conozco a mí mismo.”
“Entonces ¿debo seguir aquí, así encerrado y sin saber nada de cómo es todo lo que me rodea?”
“Pero tengo miedo.”
“Si salgo pueden hacerme daño.”
“Hay muchas personas malas en el mundo.”
“Pero también hay buenas personas.”
“Pero no sé si voy a ser feliz.”
“Pero si no lo intento no sé si lo conseguiré.”
“Pero si salgo ya no podré volver.”
“Pero, pero…”
Todo eran peros, aunque lo cierto es que tenía miedo, miedo de no encontrar su sitio en el mundo, y cuanto más pensaba más miedo tenía. Sin embargo quería decidirse pronto, sus ansias de contemplar el mundo de fuera aumentaban.
“Quiero salir.”
“Y ¿qué haré cuando esté fuera?”
“No lo sé, pero me da igual.”
“¡Quiero salir!”
“¿Para qué?”
“Para vivir.”
El huevo comienza a romperse y por fin se abre al mundo, y de su interior sale, pero…
“¡Pío!”
Pensar está bien, pero si sólo hacemos eso nos olvidaremos de vivir, del hoy y del ahora.
Aunque dar el primer paso es difícil, si lo haces el futuro se pondrá en marcha; y serás tú el que andes por el camino de tu vida, acertando y equivocándote.
Que nunca sea demasiado tarde.
Incluso al final la vida puede cambiar, porque el mundo sigue girando y aún estás vivo.



Y este es el corto para el que fue creada la historia. Espero que os guste^^

2 comentarios:

  1. Dulces recuerdos de todos aquellos comentarios en el evento... :D Bromas aparte, me gustó mucho la historia.

    Por cierto, podías poner el link del corto.

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  2. Sí, tenía pensado ponerlo, pero aún no me había dado tiempo^^

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